Yo no soy un experto en vinos
May 04, 2023Yo no soy un experto en vinos, más bien al contrario. En mis mejores momentos sabía decir “me gusta” o “no me gusta” y poco más. Y ahora ya ni bebo.
Pero siempre me han hecho mucha gracias algunas etiquetas de botella de vinos. Aquellas que en la parte superior están llenas de imágenes de antiguas medallas de concursos de vinos de hace más de 100 años.
Es un tipo de prueba social. Las etiquetas parecen decir: “En 1880 ganamos varios concursos; fuimos los mejores entonces y, por lo tanto, somos los mejores ahora también”.
Al ver tantas medallas, siempre me he preguntado si el vino de hoy es el mismo que el de hace más de un siglo. Si la filoxera, los cambios en las temperaturas, los niveles de lluvia…
Pero poco importa. Allí están las medallas.
Cuando aún compraba vino, al principio me fijaba en ellas. Después, ni eso. Había descubierto que, según mi gusto poco desarrollado, había otros vinos sin medallas que me gustaban igual o más.
Esto es como cuando, en una primera reunión con el cliente, el vendedor se siente en la necesidad de exponer las medallas de la empresa: los 50 años, el fundador, las fábricas en 4 continentes, los 12.250 clientes, las grandes marcas que confían en la empresa, los maravillosos productos y servicios…
Como cliente, mi reacción es muy positiva al principio siempre y cuando todo ese proceso no dure más de 30 segundos. O incluso 15, si ese día estoy cansado.
De durar más, me nace decirle al vendedor de que pare de hablarme de la etiqueta y que empiece a hablarme del vino, ya que la etiqueta no se bebe.
Hace poco, un vendedor pasó mucho tiempo hablándome de sus medallas (su empresa, éxitos, productos, ...) y, cuando por fin pasamos a hablar del vino (lo que podía hacer para mí...), resultó que sabía incluso menos que yo. Llegué incluso a sospechar que hablaba tanto de la etiqueta porqué tenía miedo a que se viese que de vino no entendía…
Puntos de reflexión personal:
- En una primera reunión con un cliente, ¿cuánto tiempo dedicas a hablar de las medallas de tu empresa?
- ¿Por qué exactamente dedicas todo ese tiempo a explicar las medallas? ¿Qué esperas obtener?
- ¿En qué medida crees que oír tus medallas es la manera para que tu cliente invierta el tiempo que te dedica?