Recientemente he escandalizado a unos cuantos vendedores
Apr 06, 2022Recientemente, he escandalizado a unos cuanto vendedores, al punto que pude ver en sus ojos que estaban pensando "Éste es un herético, un anárquico, un perroflauta, ¿Porqué estamos aquí escuchándole?"
Por primera vez, he admitido que - si bien tengo responsabilidades de ventas y resultados, porqué si no la familia no come y el banco se me enfada - no tengo ningún objetivo de ventas para este año, ni tenía uno para el año anterior, y ni lo tendré para el que venga.
Ninguna cifra a alcanzar, ningún benchmark de venta con el cual compararme y saber si "voy en presupuesto" mes a mes. Bueno, algo sí tengo, pero de mínimos: pagar los gastos esenciales. ¿Lo demás? Ni idea ni me interesa.
¿Cómo se puede vivir así? - tenían que pensar esos vendedores.
Antes de que se me rebelasen, les precisé muy rápidamente que mi situación era muy distinta a la suya: como nadie me paga un sueldo, nadie me exige resultados que cubran ese sueldo. No tengo nadie a quien reportar, y nadie quien me controle.
Tampoco necesito objetivos de ingresos para auto-motivarme: evidentemente tengo que pagar el final de mes, pero realmente trabajo porqué me gusta y para intentar ser mejor profesional cada día.
Aún así, ¿no debería haber auto-exigencia? ¿Objetivos de ventas auto-impuestos? ¿Algo más de ambición?
Lo he intentado, me puse unos números, pero no me ayudó en nada.
Así que decidí cambiar el foco de mi auto-exigencia.
Ya no pienso en términos de números de ventas, de resultados, de ingresos...
Me enfoco en la actividad comercial.
Sé que para conseguir resultados y para que la familia coma, tengo que hacer unas cuantas cosas. Si las hago, los resultados vendrán. Cuántos y cuáles, no lo sé de manera cierta, pero vendrán. Después de años, este aspecto lo tengo comprobado.
Para mi, actividad comercial es hacer llamadas, publicar blogs, buscar socios, hacer webinars, crear formaciones, efectuar una serie de procesos de venta, lanzar proyectos, ...
En eso, sí que no me falta ambición y me controlo mucho más. Incluso tengo algunos objetivos numéricos.
Así que en vez de fijarme en los resultados, enfoco mi energía en el proceso, en hacer las actividades necesarias de la mejor manera posible... y, a veces más y a veces menos, los resultados vienen, por lo que la familia come, el banco se me queda contento y algo va a la hucha o a financiar proyectos futuros.
Este es mi sistema y me funciona a mí, ahora, sin ser exportable a otras situaciones.
Mmmh, quizás sí, yo sea un perroflauta despreocupado y esos vendedores tienen razón...