Ayer destrocé al corazón de un joven y entusiasta vendedor
Jan 16, 2024Ser formador y coach de ventas a veces te obliga a hacer cosas muy duras.
Ayer destrocé al corazón de un joven y entusiasta vendedor.
“Me gusta la venta porque me gusta hablar” - me dice
“Empezamos mal” - le contesté - “Vender no es hablar. Es más bien hacer hablar al cliente y escuchar atentamente.”
Espero no haberle destrozado el entusiasmo y la vocación.
A lo mejor seré responsable de que se haga YouTuber y me lo agradecerá un día...
Más seriamente, hablar y vender no es lo mismo, aunque existan tópicos en ese sentido.
Y hablar demasiado de hecho daña la venta.
Si solo habla el vendedor, ¿cómo puede recoger información importante de los clientes? Y sin la información adecuada, ¿Cómo puede montar una oferta exitosa? Es imposible.
Pero hablar demasiado también daña la capacidad de escucha.
Solo el otro día en un role-play una vendedora (a la que le gusta hablar) no captó un indicio importante que le había pasado el comprador. No es que no lo captase, es que - después reveló - estaba tan concentrada en lo que iba a decir ella que ni lo oyó... 😳
Como si esa frase no hubiese sido pronunciada nunca. Parece increíble, pero es la realidad.
Y en la situación del role-play, esta vendedora no pudo sacar el tema adelante por... falta de información que no había escuchado tanta era la prisa de hablar.
Creo que fue Epictetus que hace ya 2.000 años dijo que teníamos dos orejas y una sola boca para que pudiéramos escuchar dos veces más de lo que hablamos.
Parece que no hemos progresado mucho desde entonces...
Punto de reflexión personal:
- Mirate al espejo y chequea que tú también tienes solo una boca pero dos orejas ;-)